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UNA BREVE HISTORIA SOBRE LA AGRICULTURA INTELIGENTE

En pocas palabras, el término Smart Farming se refiere al uso de tecnología en la agricultura para facilitar las tareas y mejorar los resultados. En esta entrada del blog, ofrecemos una breve descripción de algunos de los momentos fundamentales en la historia de la agricultura inteligente y de cómo puede conducirnos a un futuro más productivo.

Los avances en la tecnología y en la ciencia han brindado a los agricultores herramientas para mejorar su producción y sus beneficios. La conectividad GPS  ha hecho posible el autoguiado en la maquinaría agrícola. Los sensores inteligentes pueden monitorear las dosis de pulverización o la precisión en la siembra de semillas. Los ordenadores ahora pueden recopilar y comparar datos. Hay niveles tanto de "inteligencia" como de conectividad, pasando a tener desde unos pocos dispositivos conectados hasta una gestión y automatización de flotas a gran escala.

Los orígenes de la agricultura inteligente             

La agricultura inteligente puede verse como la continuación de un proceso que es tan antiguo como la agricultura misma. Cada innovación en funciones o equipos se ha basado en la tecnología de su época para mejorar los rendimientos, facilitar el trabajo o ahorrar tiempo y recursos.

Con Smart Farming, esas mejoras se han vuelto digitales. Sin embargo, las nuevas tecnologías no siempre se adoptande manera rápida o universal. Por lo tanto, es difícil señalar un momento en el que la agricultura empezó a ser "inteligente". Es más un proceso continuo. Algunos dicen que Smart Farming puede tener sus raíces a fines de la década de 1990, cuando los tractores comenzaron a usar GPS para mapear campos y cultivos. En aquellos días, la tecnología estaba plagada de problemas. Había pocos satélites y una intensidad de señal débil hacían que los tractores a menudo perdían la conectividad cuando los árboles o los edificios bloqueaban estas señales. A menudo, se necesitan hasta 15 minutos para recuperar la conexión.

Sus primeros días

La tecnología lenta y poco fiable no fue el único problema. A principios de la década de los 2000, la adopción de tecnología inteligente tardó en despegar. El coste fue un factor limitante para los agricultores. La alta inversión y la baja captación de los clientes fueron un reto importante. En 2016, alrededor del 3% de los tractores Valtra estaban equipados con GPS. Sin embargo, a medida que la tecnología evolucionó, la demanda fue creciendo lentamente. El aumento de la conectividad GPS alimentó la demanda de mejoras en la automatización de la dirección, y la revolución de la agricultura inteligente progresó lentamente. Sin embargo, todavía existía un gran inconveniente. Los sistemas no eran fáciles de usar y los agricultores a menudo tenían que recibir mucha formación especializada para poder utilizar el equipo. La interfaz de usuario era complicada, con muchos aperos inteligentes que requerían su propia pantalla y su cableado asociado.

Llegó el cambio

En la década de los 90, se desarrolló la norma internacional ISO 11783 en América del Norte con el objetivo de estandarizar los equipos agrícolas y los componentes electrónicos y su compatibilidad entre los fabricantes. En 2001, la conexión ISOBUS universal se dio a conocer de manera oficial en la feria Agritechnica. El desarrollo continuó después de la presentación del diseño físico para introducir protocolos de comunicación para la gestión de redes, lo que finalmente permitió que cualquier implemento ISOBUS se conectara a cualquier tractor con la facilidad de uso "plug and play". Aunque, en muchos casos, diferentes aperos aún requerían sus propias pantallas y controles.

Hubo poca o ninguna estandarización de la experiencia del usuario en las muchas interfaces de implementos ISOBUS. Hasta entonces, muchos de los avances en la agricultura inteligente se habían centrado simplemente en mejorar la velocidad y la precisión. Eso fue hasta que en 2017 Valtra presentó el reposabrazos SmartTouch. La interfaz SmartTouch reunió no solo las capacidades inteligentes de autoguiado, sino también el control completo de todos los aperos ISOBUS conectados en una interfaz clara que es más fácil de usar que un teléfono móvil. La innovación resultó ser un éxito. Poco después del lanzamiento, alrededor del 45% de los nuevos tractores Valtra fueron equipados con tecnología Smart Farming.

Hacia un futuro inteligente y sostenible

Desde aquellos primeros días de la conectividad por satélite, los avances en la detección, la transferencia y el procesamiento de datos han aumentado enormemente las capacidades inteligentes de la agricultura. Sobre la base de esa tecnología GPS inicial, los tractores ahora pueden controlarse con precisión para minimizar las superposiciones, ahorrando tiempo y recursos. Los sensores de precisión pueden monitorear y ajustar instantáneamente la profundidad de trabajo del apero y las dosis de aplicación de fertilizante, semillas o pulverizados en tiempo real. Pero quizás los mayores avances han sido en conectividad y uso.

Soluciones como Valtra Connect permiten a los agricultores y administradores de empresas agrícolas verificar el estado de toda su flota de forma remota. La información sobre los planes de cultivo y las tareas se puede transferir entre el ordenador y el tractor de manera inalámbrica, y se puede guardar y administrar con el software de administración de tareas Task Doc Pro.

La agricultura inteligente se está convirtiendo en una norma, y ​​los agricultores que no utilizan la telemetría inteligente para monitorear, transferir y analizar datos corren el riesgo de quedarse atrás. Las ventajas de la agricultura inteligente no solo ahorran tiempo y dinero, sino que también reducen los impactos ambientales. Si bien el futuro siempre presenta cierta incertidumbre, una cosa está clara: la agricultura inteligente desempeñará un papel cada vez más importante para hacer que la agricultura sea más eficiente y productiva.